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MUSICA

jueves, 8 de noviembre de 2012

Estudiar con entusiasmo

Una vez escuché al alguien cuando era niño que el entusiasmo movía montañas. Me hizo pensar mucho. Ya de niño me daba cuenta de lo importante que era el entusiasmo. Mi entusiasmo por algo contagiaba a mis padres y me permitía conseguir algunas cosas que deseaba. Desde entonces, cada vez me he ido convenciendo cada vez más de que si quiero conseguir algo que merece la pena, tengo que hacerlo con verdadero entusiasmo.

El entusiasmo lo mueve todo: 
  • El entusiasmo abre la mente, hace más fácil lo difícil.
  • El entusiasmo incrementa nuestra productividad, nos permite trabajar mucho más rápido y con mejores resultados.
  • El entusiasmo hace más fuerte nuestra voluntad y la constancia en el trabajo.
  • El entusiasmo nos lleva a no rendirnos nunca 
  • El entusiasmo nos convierte en más fuertes, nos hace más optimistas, más seguros de nosotros mismos, más convencidos de que alcanzaremos nuestras metas.
  • El entusiasmo multiplica nuestra capacidades, hace que nuestros coeficientes de inteligencia parezcan muchos mayores e incluso tal vez lo sean, si consideramos la inteligencia emocional como una aliada.
  • El entusiasmo es contagioso, hace posible lo imposible.
Estudiar con entusiasmo

Las técnicas de estudio pueden ayudarte a mejorar tu rendimiento. Pero créeme, el bálsamo, la piedra filosofal, es el entusiasmo. Con entusiasmo obtendrás los mejores resultados.

¿Cómo estudiar con entusiasmo? Se preguntará un autoconvencido "mal" estudiante.
Precisamente cuando intento estudiar me aparece cualquier sensación menos el entusiasmo. Pensará.

Los humanos tenemos la suficiente fuerza de voluntad para automotivarnos a la hora de hacer cosas. Alguien que tenga hambre escalará montañas si el alimento únicamente es posible encontrarlo en la más alta cima. Si algo realmente nos interesa somos capaces de no dormir, de luchar, de no parar hasta conseguirlo.

Cómo desarrollar entusiasmo con los estudios

Comer, amar, pasarlo bien quizás te motive enormemente. Bien, pues intenta convencerte que estudiar es tan importante para ti como todo lo que te motiva. Es importante que encuentres las razones que te motiven, que te entusiasmen a ti.

Utiliza tu imaginación y tus sentimientos más íntimos. ¿Qué te gustaría ser? ¿Primer ministro? ¿millonario? ¿el mejor médico del mundo?. Todo vale si llegas a la convicción de que estudiar es el medio para alcanzar tus objetivos.

Cuando te pongas a estudiar, aunque no tengas ganas, las clases sean aburridas, los profesores no te gusten, etc. Todo eso será anecdótico si te has convencido de que lo que más deseas en tu vida pasa por estudiar.

Estudiar con entusiasmo incrementará tu capacidad de concentración y tu rendimiento cada segundo que emplees en estudiar. Te ayudará a volcarte a atender en las clases. A recoger los mejores apuntes y contrastarlos con los tuyos. A aprovechar cada minuto y no perder el tiempo. A preparar con mucha antelación los exámenes...

Así que, no lo dudes: enciende el motor de tu entusiasmo.